lunes, 2 de noviembre de 2015

Tony Iommi, el verdadero hombre de hierro





Birgminham, es considerada la segunda ciudad más importante de Inglaterra, para el pueblo inglés, la ciudad representa la locomotora de la Revolución Industrial del Reino Unido, llegando a ser conocida como "La fábrica del mundo" o la "Ciudad de los mil negocios”, un centro de fabricación, metalurgia e ingeniería que sería el hogar de Anthony Frank "Tony" Iommi, guitarrista de la agrupación Black Sabbath.

Desde los diez años, Iommi aprendió judo, karate y boxeo, todo con el fin de protegerse de las bandas locales que se congregaban en su vecindario y que probablemente le harían matoneo si se encontraran con él, era tan bueno como boxeador que ya se imaginaba en un futuro como un luchador peleando cada noche en los diferentes clubes, evadiendo así el hecho de trabajar en una aburrida fábrica.

Además del boxeo, a Iommi le gustaba la música, inicialmente atraído por la batería, finalmente fue la guitarra la que lo sedujo, la cual aprendió a tocar como zurdo, dejando de lado su faceta de luchador y enfocándose más en la música, el joven Iommi se graduo y comenzó a trabajar como plomero para luego unirse a una fabríca de anillo, de hecho, antes había trabajado en una tieneda de música, pero renunció después de haber sido falsamente acusado de robo. 

La vida está llena de ironías, a la edad de diecisiete años, Tony había terminado trabajando en una fábrica metalúrgica, donde se encargaba de pasar planchas metálicas al encargado de la perfiladora de metales, un día, su compañero no asistió a la fábrica, e Iommi tuvo que hacer ambas labores a la vez, tenía ante él una enorme máquina, nunca había desempeñado esa labor, y en medio de un descuido, una de las máquinas rebanó la primera falange de los dedos corazón y anular de su mano derecha, adolorido y con sus manos cubiertas de sangre, el guitarrista recuperó los trozos de sus dedos y se dirigió al hospital donde no pudieron hacer nada, sus dedos simplemente estaban incompletos, lo más irónico es que ese sería su último día de trabajo en aquella fábrica metalúrgica.


Destruido, Iommi era consciente de que sus heridas no le permitirían seguir tocando música, estaba considerando seriamente abandonar la guitarra. Durante aquellos días, uno de sus compañeros de la fábrica le mostró una grabación de Django Reinhardt, un famoso guitarrista de Jazz. 

“Escucha a este sujeto” le decía su compañero, Iommi se negaba rotundamente, escuchar a alguien tocar guitarra era lo que menos quería en ese momento de frustración, su amigo insistió tanto que finalmente Tony accedió y juntos escucharon la grabación.

Iommi reconocía que el guitarrista era bastante bueno, su amigo lo miro y le dijo “Sabes, este sujeto toca únicamente con dos dedos en su diapasón, perdió el resto de su mano durante un incendio en un campamento gitano”

Sorprendido por tal revelación, la inspiración regresó a Iommi decidió no darse por vencido, inspirado por la superación de Reinhardt, decidió volver a tocar guitarra, probablemente la solución más práctica hubiera sido girar su guitarra y aprender a tocar como diestro, pero Iommi reconoció que ya tenía una forma de tocar, no tendría la paciencia para aprender a tocar de nuevo con su otra mano, simplemente era imposible. 


Ante tal negativa, Iommi era firme ante su decisión de tocar como zurdo y trabajar con lo que tenía, el proceso fue doloroso, decidió hacerse unas puntas de dedo con botellas de plástico derretidas, las prótesis protegerían sus dedos además de darle un poco más de longitud, sin embargo esto no sería tan sencillo, dos problemáticas surgieron a raíz de sus prótesis plásticas, la primera, el plástico no le dejaba sentir las cuerdas, las cuales presionaba con demasiada fuerza, la segunda le era muy difícil flexionar las cuerdas.

Esto, lo llevo a buscar unas cuerdas más ligeras, sin embargo en esa época, aquellas cuerdas no existían, la única solución fue usar cuerdas de banjo, las cuales siguió usando hasta 1970 cuando Cuerdas Picato decidió comenzar a crear cuerdas de calibre ligero, le preocupaban más las notas sencillas, incluso más que los solos, era difícil, incluso tenía que usar con mayor frecuencia su dedo meñique, con el paso del tiempo, comenzó a afinar sus cuerdas de guitarra a los tonos más bajos , a veces hasta tres semitonos por debajo de afinación de guitarra estándar, tan solo escuchar Children of the Grave puede dar evidencia de esto, un nuevo sonido había nacido, más grande, más pesado, más cercano al Heavy Metal.


“ Por supuesto que perder la punta de mis dedos fue devastador, pero en retrospectiva, esto resultó la creación de algo más, me hizo inventar un nuevo sonido y un estilo diferente de tocar, otra clase de música, realmente algo bueno nació de una algo malo " afirma el guitarrista de Black Sabbath. 


El resto es historia, para 1967, Iommi formó el grupo Earth, se reunió con Ozzy Osbourne, Geeze Buttler y Bill Ward, pasaron a la historia con el nombre de Black Sabbath, pasó de ser un hombre con una incapacidad a convertirse en el padre del Heavy Metal y en uno de los mejores guitarristas de la historia.