lunes, 8 de junio de 2015

Venas de blues, B.B King


"¿El mejor método para viajar? La música." – B.B King



Poco a poco una corte musical comienza a apoderarse del firmamento, el primero en marcharse fue el rey del rock n roll Elvis Presley en 1977, le seguirían James Brown el rey del funk en 2006, Michael Jackson, el rey del pop en 2009 y a esta larga lista de monarcas, se une hoy el rey del blues, el legendario B.B King.

B. B. nació el 16 de septiembre de 1925, en Mississippi, estado conocido por su larga historia de injusticias sociales, una larga trayectoria de trabajo esclavo en los campos de algodón y además ser la cuna de grandes figuras del blues, Riley B King nació precisamente en una pequeña cabaña de una plantación de algodón en Itta Bena, a pesar de eso, siempre considero su lugar de origen Indianola, tras el divorcio de sus padres, Albert King y Nora Ella Farr, y la difícil situación económica de su madre, quien murió cuando él tenía nueve años, B.B pasó a compartir mucho tiempo junto a su abuela materna Elnora Farr en el pueblo aledaño de Kilmichael.

El pequeño King creció cantando en un coro de góspel en una iglesia baptista, a los doce años compraba su primera guitarra por quince dólares, otros dicen que fue un regalo de su primo y también leyenda del blues, Bukka White, lo único seguro es que desde el principio, King fue poseedor de un talento natural y gran disciplina a la hora de tocar su instrumento, su estilo en la guitarra fue influenciado por dos músicos, T-Bone Walker y Charlie Christian, y su forma de cantar por Joe Turner.

En 1943 con dieciocho años, abandona el pueblo de Kilmichael para trabajar como conductor de tractores, sin dejar de lado sus labores de guitarrista, tocando en iglesias del sector y en la estación de radio WGR y tres años más tarde, King decide seguir los pasos de Bukka White y parte a Memphis, Tennessee, pasó diez meses en aquel lugar, para regresar a Mississippi, donde se preparó mejor para volve a Memphis, allí tocó en el programa de radio KWEM conducido por el también músico Sonny Boy Williamson II, a raíz de ese programa, un sector de los radioescuchas comenzó a interesarse en la música de Riley.



Tras ser contratado en WDIA para que cantase clásicos del jazz, grabara jingles y ejerciera como disc jockey, comenzó a adquirir cierta reputación, a la vez, asistía semanalmente a las audiciones del Teatro Palace en la calle del blues de Memphis, hogar por cierto del rey del Rock N Roll, Elvis Presley a quién conocería en una de aquellas ocasiones. Las audiciones en el Teatro Palace daban al ganador un premio de cinco dólares, a pesar de que nunca ganó, si obtuvo popularidad además de su apodo: Blues Boy, el cual luego abrevió a B.B, tal como todos lo conocemos hoy. 


Pero quizá el evento que cambiaría su vida, sería durante el invierno de 1949, mientras tocaba en un salón de baile en Arkansas, hacía tanto frío que para calentar el salón, fue encendido un barril medio lleno con queroseno, mientras B.B armonizaba el ambiente, dos hombres comenzaron a discutir, de pronto los dos hombres comenzaron a golpear, hasta que el barril de queroseno se volcó, el combustible cayó al suelo y la estancia comenzó a arder, la gente comenzó a evacuar el lugar, al salir, B.B se dio cuenta que había dejado su guitarra dentro del edificio en llamas, armado de valor, ingresó nuevamente, abriéndose paso entre el sofocante humo, rescato su guitarra, una Gibson acústica y salió del lugar. Dos personas murieron en aquel incendio, al día siguiente el músico se enteró que los dos hombres que habían originado el incendio, peleaban por una mujer llamada Lucille, en honor a aquel suceso, King bautizó a su guitarra con aquel nombre.

Con el paso de la década de los años cincuenta, B.B se convirtió en uno de los nombres más importantes del R&B y del Blues, lo curioso es que a pesar de estar enfocado en estos, King estaba rodeado de arreglistas de músicos de jazz para sus grabaciones en directo, derribando en cierta forma las fronteras que existían entre géneros y alejándose de la tradición que seguían otros contemporáneos suyos como Muddy Waters y Howlin Wolf, King era difícil de encasillar, muy a pesar de eso, King labraba su camino para convertirse en el rey del Blues. 

Es durante esta década que cosecha muchos de sus grandes clásicos, 3 O'Clock Blues, You Know I Love You de 1951 y 1952, entre otros como Woke Up This Morning, Ten Long Years, Every Day I Have The Blues y una de sus joyas: Sweet Little Angel, de 1956, son características de esta etapa, con la fama, vienen las giras, y en este campo, B.B King es uno de los músicos que más se destaca, durante toda su vida sumó más de 10.000 conciertos, con lo que logró de paso ganar mucho afecto y simpatía de su público. 


Con la década de los sesenta, sus giras no solo llegaron a los Estados Unidos, sino que también logró proyectarse a Europa, en 1960 llega a la cima con Sweet Sixteenm e1968 lanza su canción Lucille y en 1969, The Thrill is Gone quizás sus canción más conocidas, además en esa década que empieza a interactuar con los nacientes músicos del rock, aparece en la apertura del Tour por América de 1969 de los Rolling Stones y sus encuentros con en el Club Generation de Nueva York con Jimi Hendrix. 


Aquí es donde se puede comprender la grandeza de B.B King, un amante de la música de Frank Sinatra, un contemporáneo de otros grandes de su época como Muddy Waters, John Lee Hooker o Buddy Guy juntos a los que tocó en varias ocasiones, un maestro para otros como The Beatles, los Stones, Stevie Ray Vaughnan, U2 y su gran amigo y aprendiz, Eric Clapton, una persona que creía que la música era la única forma de otorgar conocimiento.

King consideraba que los blues debían trascender, tenían una historia de fondo, que debía ser contada, no gustaba de tocar y cantar al tiempo, prefería mantener un diálogo entre él y Lucille, la cual vibraba, expresando más que palabras, una tristeza propia del blues fusionada con el carisma y la calidad de su voz, a la que su guitarra respondía en cierta forma, "Intento conectar mi voz a mi guitarra al cantar”, afirmó el músico en una entrevista. “Como si los dos se hablaran el uno al otro", agregó.

B.B era diferente, el blues fluía por sus arterias, lo transpiraba, lo respiraba, para él, el blues no era un simple concepto, lo sentía, lo vivía, quizá él no era consciente de eso, porque para él, fue un estilo de vida.